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Literatura y comunicación
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lunes, septiembre 19, 2011

“Trazos oscuros sobre líneas borrosas”


______________Por Jessica Labrador
Paleografías (Trazos oscuros sobre líneas borrosas) es el título de la reciente novela de Victoria de Stefano. En ésta se fusiona la idea de escritura y pintura como codificaciones discursivas complementarias en tanto que no sólo representan antiguas formas de registros, sino que también se convierten en objetos de deseo por una incapacidad del personaje principal de escribir y de pintar. En la novela, el deseo atiende a las sensaciones, temores y depresiones que tiene su portavoz, Augusto, frente al acto de creación; desvaneciéndose y recomponiéndose ese deseo en función del devenir de tales sentimientos. En este sucederse, Augusto hace conexiones con otros tópicos referidos a los escritores de culto, a la desavenencia del sujeto frente al acto de creación, al lugar del escritor, entre otros. Nosotros, atraídos por estos temas, hemos querido conversar sobre ellos con Victoria de Stefano, en un intento por escudriñar algo más sobre su oficio.   

¿Cómo define el concepto de “escritores de culto”?
 No hay mucho que definir. El término se ha impuesto para designar a aquellos autores que no poseen una comunidad de lectores muy amplia pero sí bastante fervorosa, esa comunidad de lectores está formada por lectores y sobre todo escritores de generaciones más jóvenes, para quienes son guía, faro y modelo. Hay autores de culto que con el tiempo pasan a consagrados y de consagrados a clásicos. Pero también los hay efímeros. Lo son por un tiempo y después desaparecen, terminan por perder su audiencia: el “gusto”. Los paradigmas de lectura pueden ser caprichosos, a la vez que implacables, en sus preferencias y borrones. Por otra parte, todo escritor tiene sus autores de culto, sean estos ya consagrados o clásicos. Baudelaire tenía en su altar a Edgar Alan Poe y De Quincey. Para nosotros en las últimas décadas Ramos Sucre es el epítome del escritor de culto, tuvieron que pasar años para que llegara a ser reconocido. No cuenta con el favor de un gran círculo de lectores, pero sus lectores le son fieles.

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