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Literatura y comunicación
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viernes, mayo 20, 2011

LA POESÍA DE ANTONIO ROBLES: SABIDURÍA QUE ATRAVIESA EL FUEGO



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Por Maylen Sosa
Profesora de la UNEFM. Doctorada en Salamanca. Poeta.

La tierra y el agua asociados hacen versos,
un poema escrito con carne y más fuerte que
el acero y el granito. A través de la noche infinita,
la tierra gira hacia una creación desconocida...

Henry Miller


Existe una literatura que se ubica en los márgenes de lo literario, que surge en las fronteras del lenguaje, que se funda en la carne del hombre y busca ser un trozo más de lo humano, y no sólo un cuento o un poema. Pensamos en obras tan heterodoxas como las de Henry Miller, Walt Whitman, César Vallejo o Gustavo Pereira. La poesía de Antonio Robles pertenece a esta familia radical y profundamente transformadora.
Foto: Cristina Gutiérrez.

viernes, marzo 18, 2011

LA POESÍA DE ANTONIO ROBLES: SABIDURÍA QUE ATRAVIESA EL FUEGO




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Por Maylen Sosa
Profesora de la UNEFM. Doctorada en Salamanca. Poeta.

La tierra y el agua asociados hacen versos,
un poema escrito con carne y más fuerte que
el acero y el granito. A través de la noche infinita,
la tierra gira hacia una creación desconocida...

Henry Miller


Existe una literatura que se ubica en los márgenes de lo literario, que surge en las fronteras del lenguaje, que se funda en la carne del hombre y busca ser un trozo más de lo humano, y no sólo un cuento o un poema. Pensamos en obras tan heterodoxas como las de Henry Miller, Walt Whitman, César Vallejo o Gustavo Pereira. La poesía de Antonio Robles pertenece a esta familia radical y profundamente transformadora.
Lo primero que impacta al leer la poesía de Antonio Robles es la manera magistral como logra conjuntar los opuestos más disímiles: actores de cine, personajes de comiquitas, jergas urbanas, lenguaje místico, ciudades de diferentes latitudes. El licuado poético entrelaza todos estos elementos en unos versos delirantes e irónicos.  No obstante, es posible observar algunas imágenes por donde se fuga el discurso, palabras intensivas que inician una línea de fuga hacia lo desconocido, por ejemplo la noción del desierto en Laberinto beduino: “En esas horas eternas en que la / claridad encandila y lloran los huesos / Descubrí el desierto perdido. / En esas horas eternas en que la / claridad extiende en el infinito / su forma de cadenas / Descubrí la imagen del beduino que / en círculo camina en el desierto.”
Podemos pensar que entre las diversas velocidades y lentitudes que componen esta poesía, el desierto enuncia también vastedad, lo sin número, y constituye un camino de soledad, que supone, tal vez, mirar a los ojos el desamparo: “el Sahara, aliento mortal del viento en el Magreb, / todo entró en mi barroco corazón con / sigilo de lágrima”.
La poesía de Antonio Robles nos aproxima a intuiciones, a sensaciones, y por supuesto, el espacio de la noche será la atmósfera natural de estos textos: oscuridad útero materno, pero también nido de locura y de violencia. Se trata de una literatura urbana, que canta en lenguaje profano a los dioses del mundo occidental: el dinero, los carros, los lujos, pero su palabra no será un refinado artefacto complaciente, todo lo contrario: “Un poema trinca es un alumbrado cuchillo de doble filo / cortará por el lado que se toque”, así, su palabra golpeará al lector por momentos, pero también establecerá cínicos juegos de humor negro: “Bienaventurados los pobres porque tendrán pasaje / gratis en el tren de los marginados”.
Asaltantes, mafiosos, luces de neón, autos veloces, pero también desiertos, guerras del siglo XX, Bruce Springsteen se mezclarán en un universo alucinante dentro del cual el sujeto poético ejecuta danzas mortales, experimentos espirituales, pero también políticos: “Cogerse a la hembra es un derecho natural (sólo en las inmediaciones del Ártico) / Aquí sobre la línea ecuatorial es un lujo / Propongo la misión “Hembras para todos”.
Con su extraño y nuevo lenguaje, Antonio Robles va creando un territorio inédito de visiones, va territorializando el mundo con la imaginería audaz y poderosa de quien se siente ciudadano del mundo, de quien no teme desplazarse por todas las dimensiones del espectro terrestre: “Aspiro a una sociedad extraña de ciencia ficción donde los gatos / negros son espíritus que rondan adheridos a mi piel predicando la / más rara y fraterna fé”.

sábado, octubre 16, 2010

LOS OJOS DEL CUERVO

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Por Ramón Elías Pérez
Los hechos ocurren con tanta celeridad que no hay tiempo para el asombro y por otro lado, la velocidad impresa en la tecnología de las comunicaciones nos obliga a transformar el ritmo de nuestro pensamiento y de algunos hábitos. Nada es igual dice el lugar común para tratar de explicar lo que acontece; desde el viaje en avión, la llamada por celular, y la inexplicable internet son algunos de estos hechos que les transformaron la vida a todos los habitantes de la tierra. Lo contrario es vivir en las cavernas, en la edad de piedra y no lo decimos por denigrar de la naturaleza, pues hacia allá buscarán las generaciones futuras intoxicadas por la civilización y el progreso. Codazo, pedazo, cedazo… le doy, le doy. En una ocasión, después de adquirir la tarjeta de débito, me vi en la necesidad de utilizarla. Al comienzo me volví un etcétera leyendo y tocando las teclas, terminaba el tiempo de la transacción y no podía retirar dinero. Atrás había varias personas esperando, qué pena, no me quedó más remedio que retirarme y darle oportunidad a los demás. ¡Qué vergüenza! Luego aprendí y de tanto repetir la acción me volví un experto, un verdugo como diríamos aquí. Para abrir un correo electrónico tuve que pedir ayuda y cuando por fin decidí comprar un celular y comunicarme con el resto del género humano, mis hijos me auxiliaron. También aprendí a navegar y así por el estilo he hecho cosas de las que a veces me siento un tanto mal, como pasar varias horas en un centro comercial, tipo “sambil”, haciendo nada. Devorando esa comida chatarra compuesta de grasa, tembó, tembó, tembó acompañada de una bebida light. Nos hemos acostumbrado a este ritmo de vida tan espantoso que a veces nos sentimos horribles cuando no escuchamos el ruido, la alharaca, el bullicio. Nos asusta la quietud, desdeñamos la sombra de un árbol, el azul de las aguas, la versatilidad del lenguaje. Debo decir que me aturde un fanfarrón, un hablador de pendejadas que le teme y le asusta el silencio. Y a propósito de la palabra, no hay cosa más triste que ver el idioma convertido en guiñapo, en esa cosa que llaman “reguetón”, un “espanglis” con sonidos monocordes y una supuesta rima que no es más que una copia triste de un ritmo que nació en los bajos fondos de la metrópoli estadounidense, nada original. Atrévete, tete, te… soy yamilet, cuidado con la gillet… desde ahora en adelante soy lo que siempre he sido, una tuerca filosa, una más, de esta maquinaria que nos dice que eres diferente pero estás programado para ser un producto, un número en la masa de consumidores. Bailadores, bebedores apaguen los televisores, vivan los castores. No hay salvación, se nos cayó el imperio, el modelo. Ahora somos las hordas de descamisados y descalzos que tomamos las calles de las ciudades y comenzamos a saquear centros comerciales, bodegas, mercados. No hay razón para que exista hambre en un mundo repleto de alimentos. Las hormigas lo devoran todo a su paso. Si hay vida, es sólo que ahora el poder ha cambiado. La guerra es una mala excusa para robar, depredar, salvar economías... El imperio está desesperado y ha programado extender su intromisión en el mundo árabe, musulmán. Luego vendrán por nosotros, el petróleo, el hierro, el cobre... se ¡Oh Dios! la tabla de los elementos. No más, no más dice la letra de esta canción… muévete duro, duro... mi flaca que llegó el canguro, tragando puro, carburo, puro... puro carburo.
Imagen: tefitadecolores.wordpress.com/

viernes, mayo 21, 2010

Libros en rotación


Conversación con Roberto Chacón y Ramón Márquez, coordinadores de la Feria de Libros Usados y Ocasión


Por Jessica Labrador


La Feria de Libros Usados y Ocasión culmina hoy su segunda edición en el patio central de la Facultad de Humanidades y Educación. Ha sido patrocinada por el Decanato de esta misma facultad, Dirección de Cultura, Asociación de Profesores Universitarios de la ULA (Apula) y el Consejo de Estudios de Postgrado de nuestra casa de estudios. Cuenta con 32 stands de libros literarios y de otras áreas del saber, ciclo de charlas sobre el libro, el lenguaje, las humanidades y la tecnociencia. La siguiente conversación con Roberto Chacón y Ramón Márquez, intenta mostrar los objetivos y alcances de la única Feria de Libros usados en Venezuela.  






Jessica Labrador: ¿Cuáles son las intenciones y los alcances que se proponen al organizar  la II  Feria del Libro Usado y Ocasión?

Ramón Márquez y
Roberto Chacón: En primer lugar, buscamos acercar el libro usado, el libro viejo, a los nuevos y viejos lectores, pues este tipo de eventos tiene un mercado y seguidores. En segundo lugar, combatir el facilismo de la fotocopia con la venta de libros que no se consiguen en ninguna librería, que están agotados, pero que son necesarios para la formación.  Hacerle entender al lector que el libro se consulta y es un objeto estético, de disfrute y entretenimiento. Y en función de esto, intentamos contribuir con la formación de libreros, como lo hicimos con el 1er salón del Libro Universitario que sirvió de antesala a la FILU.

J.L: ¿Qué diferencia marcaría entre la primera edición y esta?

RM. RCH: La primera edición fue más pequeña, contamos con 17 stands, y ahora con 32. En la primera vinieron 2 libreros de Caracas, ahora vinieron 9. En esta ocasión los profesores montaron su propio stand y contamos con la novedad del comics y títulos de otras disciplinas que en la anterior no hubo.  

J.L: ¿Por qué la Feria se realiza sólo en la Facultad de Humanidades y no simultáneamente en otras facultades?

RM. RCH: La Feria es una respuesta de la Facultad de Humanidades para incentivar la lectura. En este momento, logramos incorporar títulos de otras áreas, como Derecho y Ciencias Sociales, puesto que observamos que en la primera edición nos visitaron estudiantes de estas disciplinas. Sin embargo, es una meta planteada para la III Feria, pues es una oferta mucho más amplia que requiere de espacios más grandes.



J.L: ¿Qué tipo de editoriales y vendedores han solicitado la participación en la Feria?
RM. RCH: Libreros de libros usados cuya participación se ha duplicado este año; profesores que traen sus bibliotecas; la Librería Lecturas y Peyran; Consejo de Publicaciones, Dirección de Cultura y Vicerrectorado de la ULA. Todos han traído excelentes títulos a un buen precio, asequible para el lector.  

J.L: ¿Es proporcional la idea del libro usado a la del libro barato?
RM. Sí, para la Feria sí. Nuestra idea, inspirada en el texto de Octavio Paz, Signo en rotación, busca poner en circulación, en rotación, el libro viejo aprovechando el concepto del mercado, en el que el libro viejo, usado, es proporcional a la idea de libro económico, pues busca acercar al lector. Por ejemplo, en uno de los stands, yo (Ramón Márquez) conseguí la primera edición de Cien años de Soledad en 10 Bs.F., mientras que en otras partes del país pagan hasta mil dólares por ella, caso de una Fundación en Colombia.

RCH: Ves la satisfacción de las personas que con 15 Bs.F. pueden llevar buenos libros, clásicos de la literatura. Pero también existen casos en los que por su año de edición, su contenido y autor, no se pueden vender tan económicos. Sin embargo, en la Feria puedes conseguir un libro de Denzil Romero (La tragedia del Generalísimo) en 25 Bs.F. y firmada por él; de Alfredo Ramos Jiménez (Comprender el Estado) en 30 Bs. F., mientras que una fotocopia te cuesta 40 Bs. F. La proporcionalidad depende de lo que se oferte.       

J.L: ¿Cuántas ferias de libro usado se realizan en Venezuela?

RM. RC: Ninguna. Este evento es único y está vinculado a una institución universitaria: Universidad de Los Andes.

J.L: ¿Cómo se imagina la III Feria?

RM. RCH: Con la buena voluntad política de quienes nos colaboran; trabajando con viejos libreros; institucionalizada con precios asequibles, pues inmensos precios aleja el agotamiento de títulos, y con un espectro disciplinario que atienda todas las áreas.


Imágenes: Facultad de Humanidades y Educación. Foto: Rober Gavidia. Afiche: II Feria del Libro Usado y de Ocasión. Facilitado por el Comité Organizador