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Literatura y comunicación

domingo, octubre 18, 2009

Cartografías literarias

Gregory Zambrano
Cartografías literarias
El otro y el mismo. Mérida. 2008.
Una reseña de Jesús Arellano
Estudiante de Letras (ULA)

Un mapa que nos podría facilitar desplazarnos en el mundo de la literatura, y el que seguramente servirá de guía a muchos exploradores de este denso territorio se reúne en Cartografías literarias (2008) de Gregory Zambrano. Producto de un arduo trabajo en la Escuela de Letras de la Universidad de Los Andes en la cátedra de Literatura Iberoamericana; de sus años de estudio en México, donde cursó el Doctorado en Literatura Hispánica, y de su papel como profesor invitado en Francia, Italia y Japón.
Es un libro en el que Gregory Zambrano, jugando seriamente a ser cartográfico, nos muestra la Literatura Venezolana e Hispanoamericana trazando un mapa, una carta de navegación que guía una clasificación o esquematización de nuestra tradición literaria y cultural.
Comienza con el “Mapa de fundaciones”, que parte del Diario de Colón, y continúa con la literatura prehispánica, dejándose percibir la injerencia del mito de Amalivaca. El viajero que llega a fundar un pueblo, para explicar los orígenes de una cultura.
Posteriormente hay una breve referencia a la literatura de Independencia; pasa hablarnos de la poesía fundacional cuya temática será el paisaje, pero visto como elemento importante de la naturaleza para la independencia cultural. Las referencias a Las Silvas de Andrés Bello son inevitables cuando se trata de este asunto. Asimismo, encontramos en el libro cierta intención de dar a conocer, un poco más, a los escritores que han sido un tanto excluidos por la crítica literaria, entre ellos: Cecilio Acosta y a Pedro César Dominici.
El primero a mediados del siglo XIX, contribuye al desarrollo del género como ensayo y resalta la importancia de la Prensa en esta época; del segundo comenta su obra enmarcada en el decadentismo, cuyos principales temas son el sujeto femenino y la ciudad como figuras fatales que exaltan lo amoral. Dominici deja a un lado lo nacional, por lo que es considerado pesimista, y centra su atención en la belleza del lenguaje. Como José Martí, califica al decadentismo como una estética marginal ligada al modernismo e influenciado a su vez por el simbolismo.
La segunda parte empieza con “Linderos de Tradición”, la cual se abre con la historia anecdótica de lo que fue la publicación de Don Quijote en América de Don Tulio Febres Cordero, de cuya obra resalta el propósito moral y patriótico. Luego nos ofrece un estudio de la escritora Teresa de la Parra, particularmente sus conferencias de Colombia donde la escritora explica, entre otras cosas, la importancia de las mujeres a lo largo de la historia americana. Posteriormente, en el último capítulo de esta segunda parte, comenta cómo en las últimas décadas del siglo XIX, el arte y la literatura comenzaron a servir a las instancias de poder.
La tercera parte del libro es titulada “Cartografías Latinoamericanas”, su recorrido dedicado a las Vanguardias explica este nuevo imaginario social, a la literatura de la violencia con Vargas Llosa y, por último, a la estrecha relación entre la construcción identitaria de una región y de una cultura con los discursos de representación (ficción), reflexionada no sólo en el ámbito de la literatura, sino también en el social, cultural e histórico.



ESCRITORES NOVELES



Una entrevista de Nancy Audilmar Moreno Flores

Pasante de Letras, ULA

Manuel Vélez y Pedro Varguillas, estudiantes de la Facultad de Humanidades y Educación de la ULA, muestran sus aspiraciones como escritores en ciernes. Vélez forma parte de la mención Lengua y Literaturas Clásicas, y Varguillas de la mención Literatura Hispanoamericana. Ambos se encuentran en la recta final de sus carreras universitarias y a temprana edad han logrado vivir la experiencia en el mundo literario que a su vez han compartido con sus compañeros de estudio. A propósito de esa interesante experiencia conversamos con ellos.



NAMF: Se dice que estamos en una época donde pareciera que no existe disposición para la lectura, ¿qué los ha motivado a escribir?

MV: Bueno, de motivarme a escribir como tal, no, no tengo ningún tipo de, no sé cómo se dice, no sé, como motor o conductor, simplemente escribo por la necesidad de manifestar lo que pienso, si se quiere, exponerle a la gente los temas que me interesan, pero de resto así, algo personal que me motive, no.

PV: Yo creo que no vivimos una época de pereza. Pienso que se ha incentivado muy poco la lectura en nuestro país. Eso no quiere decir que toda la población venezolana sea apática al momento de elegir un libro como modo de recreación. Si no hubiera lectores, cómo nos explicaríamos una poesía tan sólida como la venezolana. En lo particular, fue mi padre, un hombre que leía mucho y me dio a leer primero revistas de Condorito, y a medida que fui creciendo me iba dando libros más duros. Recuerdo uno llamado La Burocracia en el sistema estatal mexicano que tenía unas ilustraciones muy divertidas, ese libro me hizo parar en el pupitre cuando estaba en 4to grado para decirle a mi maestra: “Burócrata”.

NAMF: ¿En qué género o corriente literaria consideran que se encuentran ubicados?

MV: Yo, género como tal no he asumido ninguno. Simplemente a los 17 años un amigo que se llama Miguel "Pelusa", me mostró un libro de Juan José Millas, que se llama Cuerpo y Prótesis y bueno cuando llegué a leer el primer cuento que se llama “Los Pobres” y vi ese tipo de estructura que llaman anticuento en la figura literaria, tuve siempre la curiosidad de escribir así pero no sabia que se podía hacer de esa forma, pues bueno empecé a escribir así realmente.

PV: ¿Corriente? ¿Género? Intento escribir poesía y sí tengo que meterme en un grupo de poetas, diría que me intento acercar a la poesía de Ramón Palomares, Luis Alberto Crespo, Enriqueta Arvelo Larriva y Emira Rodríguez.

NAMF: En su constante batallar en la escritura, ¿cuál es el tema que más les gusta desarrollar?

MV: En realidad, los Órganos y las Prótesis.

PV: Cuando escribo lo hago para no morir. Escribo porque si no lo hago no puedo dormir, escribo para poder soñar, escribo para encontrarme conmigo mismo.


NAMF: ¿Como escritor, podría hacerme una breve reseña de sus obra

MV: Yo, obra literaria como tal no tengo, he escrito varias cosas que he leído en las Jornadas de Creación Literaria de la Facultad, y bueno el primero que escribí se llamaba “Terapia en rojo”, que era una especie de vía de escape de la realidad de este gobierno actual, donde decía que por nuestra salud mental deberíamos volvernos todos daltónicos, porque todo no puede ser rojo. Obra como tal, pues hace un año o dos gané en DAES el premio de ensayo, con la mención de ensayo, pero lo gracioso fue que yo mandé para la mención cuento, una trilogía que se llamaba “Zoobio”, era mi tema de ensayo.

PV: No tengo obras, ni obra, ni publicaciones.

NAMF: ¿Cuál es el medio que utilizan para divulgar sus pensamientos?

MV: El sarcasmo, el cinismo y la risa, porque no hay de otra…
PV: Tengo un blog en Internet en el que publico muy poco, cosas… Les muestro mis poemas a mis amigos y los trabajos tallereándolos. Creo que el único lugar donde los divulgo es con mis contertulios.


NAMF: ¿Qué primicia nos tienen de sus próximos trabajos, qué nos pueden adelantar?

MV: Ahorita estoy escribiendo un pequeño libro de cuentos que se llama Órganos existenciales, bueno según yo cada órgano parece que tuviera una parte de la realidad, o que hubiese asimilado una parte de la realidad, eso es lo que estoy haciendo actualmente.

PV: Esa montaña / Deja en mi sombra / Luz que no me pertenece / En su alto lo pronto se quiebra / Es vértigo de lo terrestre.


jueves, octubre 15, 2009

Las Burbujas de Miguel Ramírez

Miguel Ramírez
Estudiante de Medios Audiovisuales (ULA)

El fuego es hermoso como una flor,
pero no es una flor;
corre por entre la hierba
y la devora como una bestia,
pero no es una bestia;
es feroz y cruel y, sin embargo,
si se le hace una cama entre piedras
y se le entregan ramas de árbol
para que pueda comer,
es un hermano bueno que acaricia
el aire y los hombres y las cosas
con grandes y brillantes lenguas calientes.
Si consigues traerlo,
tu pueblo podrá tener el calor guardado
como si guardara un pedazo de Sol
- Leyenda Piel Roja -

*

Al poco rato se vieron las entrañas de la tierra por la rasgadura de un relámpago, y empezó a brotar con fuerza una lengua pesada y caliente que crecía y crecía, ensanchándose como un árbol hacia abajo por entre las hendiduras de aquella montaña, como río de lumbre por las escaleras del tiempo que se multiplica y corre, la savia, que del centro emerge furiosa se encausó a llenarlo todo, hasta la estirada planicie que alcanzando el horizonte muere fue a parar, desvaneciéndose en la mirada; miles de sombras que la nieve petrificó al instante se disolvieron con el viento, enormes y movedizas arenas barricaron al mar por kilómetros y kilómetros de distancia, por eones el hombre permaneció girando en torno a aquel averno, solo, resistiéndose a un ruido muy parecido al silencio que se extendía hasta el segundo amanecer, siempre.


  •  

 Por qué?
¿Por qué tanto?
¿Por qué tanto y no mejor?
Una burbuja inmersa en el desierto

Un chispazo en medio de dos lunas
Un sólido queriéndose volver más sólido
Una llovizna de hilos -obviamente de vino-

  •  
Ahora bien
Ésta noche
Cuando he dicho
Y me he escuchado decir
Vengo y me doy cuenta de repente
Que he sido un escritor
Un escindido
Un recién recibido
Una cáscara que se repartió
Un sueño para cíclopes
Una sonrisa adolorida
Un laberinto para hadas.
Ésta noche

Cuando ya el reloj biológico de mis genes
Me ha alarmado
-justo a la hora exacta-
Vengo y me doy cuenta

Que no solo
Mis corazones aledaños
También sufre
Sino que todas mis vísceras
Aún no conocidas
Reclaman la presencia de un abrazo





sábado, octubre 10, 2009

Viaje al Eterno Retorno

El País de la Canela
William Ospina
Monte Ávila, Caracas, 2009. 257 pp.

Una reseña de Nancy Audilmar Moreno
Pasante de Letras, ULA (Mérida-Venezuela)

La novela El País de la Canela de William Ospina (Padua, Colombia, 1954), ganadora del premio de novela “Rómulo Gallegos” 2009, refleja la época de la conquista española a partir de 1540, en especial la realizada por los hermanos Pizarro en Perú. Comienza con la conquista de ese país, tierra sagrada de los Incas, gobernada por Francisco Pizarro. Continúa con la profanación y saqueo de Cuzco por Hernando Pizarro y Gonzalo Pizarro. Este último encaminó el proyecto de conquistar la tierra inexplorada donde se creía que abundaba la canela, que tenía el mismo valor comercial que los minerales preciosos.

De esta obra se desprenden dos historias sustanciales: la conquista realizada por los Pizarro y la aventura del joven Medina Aguilar, que siguió los pasos de su padre para encontrar su herencia. La aventura le permitió darse cuenta de la cruda realidad en la que había vivido su padre y la que se continuaba viviendo, habiendo presenciado la crueldad, la avaricia, y las cosas más hostiles que pueden suceder en la vida.

Los sucesos que se plasman en esta obra parten de una realidad del pasado, pero emergen de la creatividad narrativa del autor que enfoca cada uno de los lugares que conforman las tierras americanas, en especial la Amazonia, la invasión de Perú, Cuzco, Valdivia, Guayaquil, los montes nevados de Quito, Panamá, la Nueva Andalucía, Cuba y por último Margarita. Además nos invita a reflexionar acerca del pulmón vegetal más grande del mundo, al cual la mano depredadora del hombre no cesa de atacar. También se percibe la añoranza por aquella madre-nodriza que le brindó al protagonista toda la atención en su niñez, y de la que renegó por el hecho de formar parte de una raza indígena que rompe con la herencia de su clase castiza. Este hecho lo indujo a reflexionar más adelante y a reconsiderar sus raíces genéticas, cuando masacran a los cuatro mil indios que los ayudaban en la expedición.



Entre los hechos resaltantes de la novela tenemos el mundo cosmogónico de los indígenas, el choque entre las dos culturas: la nativa que preservaba la historia de forma oral y la invasora de forma escrita, y finalmente la comunicación entre invasores y nativos. No sólo se trata de la conquista en sí sino también de familiarizarse con lo desconocido y a su vez integrarse a las diferencias de usos y costumbres, historias y manera de pensar.

Identificamos en la obra símbolos mitológicos como: el jaguar, la serpiente, el cóndor y la piedra que tenían una significación puntual en la vida de la selva. Tenemos asimismo los manes: Manco Cápac y Mama Ocllo Huaco, considerados como dioses del sol, y también la leyenda de las amazonas "Hipólita y Pentesilea", relacionada por el explorador Fray Gaspar con el relato de que Tetis habitó estas tierras para depositar el cuerpo de su hijo Aquiles. En el imaginario indígena de la leyenda este reino era habitado por mujeres.

Finalmente, observamos que la obra aspira a convertirse en una reconstrucción filosófica del “Viaje al eterno Retorno” de Nietzche, que postula la teoría de que el hombre se encuentra en un continuo retorno hacia la búsqueda de la utopía, postulado éste que no se cumple en la novela, pues los expedicionarios no encuentran el País de la Canela. Sin embargo, persisten y regresan 20 años después llenos de esperanzas y anhelos en la consecución de sus proyectos.