
El horror será mi responsabilidad hasta que se complete la
metamorfosis y el horror se transforme en claridad. No la claridad que
nace de un deseo de belleza y moralidad, como antes aun sin saberlo me
proponía; pero la claridad natural de lo que existe, y es esa claridad
natural la que me aterroriza. Aunque yo sepa que el horror —el horror
soy yo de frente de las cosas.
Clarice Lispector
Clarice Lispector
Clarice propone claramente en su obra un discurso vacilante, precario,
incompleto, de sentidos imprevistos, un discurso que arriesga el
propio ser y que, por lo tanto, se arriesga en la región del ser. Su
búsqueda no es la búsqueda de un lenguaje que “diga”; es la búsqueda
de una palabra que nombre lo que no es palabra, lo que no se dice.
Yhana Riobueno, Descentramientos y umbrales: una lectura de Clarice Lispector
Yhana Riobueno, Descentramientos y umbrales: una lectura de Clarice Lispector
El horror es el sentimiento primero y fatal frente a lo terrible. Lo
que no puede ser contenido por la conciencia se ensancha en la
intensidad del horror, y es dolorosa su transformación, es profunda su
herida. El impacto primero del horror es monstruoso, atroz, aunque
necesario. Lo insoportable aterroriza, porque sobrepasar los límites
de lo humano es una crueldad, pero es la única forma de iniciar la
metamorfosis, se trata de un movimiento de transmutación a través del
dolor, una iniciación, la prueba.