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Literatura y comunicación

viernes, mayo 21, 2010

Libros en rotación


Conversación con Roberto Chacón y Ramón Márquez, coordinadores de la Feria de Libros Usados y Ocasión


Por Jessica Labrador


La Feria de Libros Usados y Ocasión culmina hoy su segunda edición en el patio central de la Facultad de Humanidades y Educación. Ha sido patrocinada por el Decanato de esta misma facultad, Dirección de Cultura, Asociación de Profesores Universitarios de la ULA (Apula) y el Consejo de Estudios de Postgrado de nuestra casa de estudios. Cuenta con 32 stands de libros literarios y de otras áreas del saber, ciclo de charlas sobre el libro, el lenguaje, las humanidades y la tecnociencia. La siguiente conversación con Roberto Chacón y Ramón Márquez, intenta mostrar los objetivos y alcances de la única Feria de Libros usados en Venezuela.  






Jessica Labrador: ¿Cuáles son las intenciones y los alcances que se proponen al organizar  la II  Feria del Libro Usado y Ocasión?

Ramón Márquez y
Roberto Chacón: En primer lugar, buscamos acercar el libro usado, el libro viejo, a los nuevos y viejos lectores, pues este tipo de eventos tiene un mercado y seguidores. En segundo lugar, combatir el facilismo de la fotocopia con la venta de libros que no se consiguen en ninguna librería, que están agotados, pero que son necesarios para la formación.  Hacerle entender al lector que el libro se consulta y es un objeto estético, de disfrute y entretenimiento. Y en función de esto, intentamos contribuir con la formación de libreros, como lo hicimos con el 1er salón del Libro Universitario que sirvió de antesala a la FILU.

J.L: ¿Qué diferencia marcaría entre la primera edición y esta?

RM. RCH: La primera edición fue más pequeña, contamos con 17 stands, y ahora con 32. En la primera vinieron 2 libreros de Caracas, ahora vinieron 9. En esta ocasión los profesores montaron su propio stand y contamos con la novedad del comics y títulos de otras disciplinas que en la anterior no hubo.  

J.L: ¿Por qué la Feria se realiza sólo en la Facultad de Humanidades y no simultáneamente en otras facultades?

RM. RCH: La Feria es una respuesta de la Facultad de Humanidades para incentivar la lectura. En este momento, logramos incorporar títulos de otras áreas, como Derecho y Ciencias Sociales, puesto que observamos que en la primera edición nos visitaron estudiantes de estas disciplinas. Sin embargo, es una meta planteada para la III Feria, pues es una oferta mucho más amplia que requiere de espacios más grandes.



J.L: ¿Qué tipo de editoriales y vendedores han solicitado la participación en la Feria?
RM. RCH: Libreros de libros usados cuya participación se ha duplicado este año; profesores que traen sus bibliotecas; la Librería Lecturas y Peyran; Consejo de Publicaciones, Dirección de Cultura y Vicerrectorado de la ULA. Todos han traído excelentes títulos a un buen precio, asequible para el lector.  

J.L: ¿Es proporcional la idea del libro usado a la del libro barato?
RM. Sí, para la Feria sí. Nuestra idea, inspirada en el texto de Octavio Paz, Signo en rotación, busca poner en circulación, en rotación, el libro viejo aprovechando el concepto del mercado, en el que el libro viejo, usado, es proporcional a la idea de libro económico, pues busca acercar al lector. Por ejemplo, en uno de los stands, yo (Ramón Márquez) conseguí la primera edición de Cien años de Soledad en 10 Bs.F., mientras que en otras partes del país pagan hasta mil dólares por ella, caso de una Fundación en Colombia.

RCH: Ves la satisfacción de las personas que con 15 Bs.F. pueden llevar buenos libros, clásicos de la literatura. Pero también existen casos en los que por su año de edición, su contenido y autor, no se pueden vender tan económicos. Sin embargo, en la Feria puedes conseguir un libro de Denzil Romero (La tragedia del Generalísimo) en 25 Bs.F. y firmada por él; de Alfredo Ramos Jiménez (Comprender el Estado) en 30 Bs. F., mientras que una fotocopia te cuesta 40 Bs. F. La proporcionalidad depende de lo que se oferte.       

J.L: ¿Cuántas ferias de libro usado se realizan en Venezuela?

RM. RC: Ninguna. Este evento es único y está vinculado a una institución universitaria: Universidad de Los Andes.

J.L: ¿Cómo se imagina la III Feria?

RM. RCH: Con la buena voluntad política de quienes nos colaboran; trabajando con viejos libreros; institucionalizada con precios asequibles, pues inmensos precios aleja el agotamiento de títulos, y con un espectro disciplinario que atienda todas las áreas.


Imágenes: Facultad de Humanidades y Educación. Foto: Rober Gavidia. Afiche: II Feria del Libro Usado y de Ocasión. Facilitado por el Comité Organizador



jueves, mayo 13, 2010

Confesionario de un ausente

Una presentación de Jessica Labrador
Nacido en Acarigua, estado Portuguesa, y licenciado en Educación mención Bilogía y Química, José Escalona Tapia ha encontrado en la poesía una forma de aliento y distracción ante lo inevitablemente perdido. En su primer libro de poesía, Confesionario de un ausente (Asociación de Escritores de Mérida, 2008), lo lejano, el Otro, sólo permanece cerca en el recuerdo: telaraña mental que ajusta la presencia disipada al misterio de la vida. Pero cuando sus hilos no concuerda con ésta, puesto que la ausencia hace estrago en el Yo, la vida, en la poesía de Tapia, pareciera tener sentido en la asociación sentimiento-signo. De esta obra ofrecemos al lector algunas confidencias. 


Epitafio
Aquí yace
la concluyente letra
la última confesión
una conclusión errada
confesión de una vida acabada.


Nunca

Como el recuerdo: nunca te irás
te empeñé mis pensamientos.
No es solo para ti la vida
que nace de tus adentros.
Preciosidad que logra
tu tiempo en su momento.
Y es que en sólo tu apariencia
se pierde el secreto de la vida.
Pasados que escapan
a tu angustioso misterio.
Recuerdos que nunca nublan
el crisol de mis sueños…

Hasta dónde puede ser hermosa
flor que robó mis recuerdos.

Encontrarte

Por entre absurdos atajos de quimeras rotas
y habitaciones vacías de soledad
busco tus perdidos relatos y me acechan tus recuerdos,
con tus cantos de impoluta tristeza.
Encuentro una nueva cantidad de vigilantes retratos
y sigilosos arrabales que no cesan de entonar tu nombre,
y qué es lo que falta, te imploro una respuesta,
si aún conservo lo implacable de mi sentimiento
y tú mantienes lo diminuto de mi recuerdo
donde habita mi nombre, el pasado y tu deshielo,
acaso tus líneas se escriben con las letras de mis sueños,
donde solamente estás, donde inútilmente te busco.


Imagen: "Amor ausente". Disponible en: romero-viera.blogspot.com
                 2) Dispobible en: hersonliterario.obplog.com

viernes, mayo 07, 2010

La Reina del Palenque

Una presentación de José Alexander Bustamante


La rescritura es uno de los modelos ficcionales que se ha convertido en recurrencia y referencia por todo tipo de escritores. Lejos de pensar en una falta de autenticidad, la crítica literaria le ha otorgado a la reescritura un lugar que la consolida como un modelo literario basado en la perspectiva de los fenómenos textuales ya existentes. La Reina del palenque (2010) de  Rosa Angela El Zelah es un claro ejercicio y ejemplo de esta idea. Ella, brillante estudiante de la Escuela de Letras de la Universidad de los Andes. El cuento, un acierto de la perspectiva que se puede elaborar del mundo prehispánico americano.
La Reina del Palenque
Por Rosa Angela El Zelah
 El día que la Reina murió, relata Itzanami, descubrimos que el Rey Pacal era el elegido para revelar la sentencia que escribió el Dios el primer día de la creación. Nuestra Reina, ¡cómo olvidarla!, ya sentía la muerte cerca que se exteriorizaba como el contacto de telarañas en la piel de ambos brazos. Vivió hasta los 45 años.  Su muerte fue un duro golpe para el Rey, quien ordenó enterrar a la mujer que amaba en un sarcófago y amortajarla con cinabrio. A partir de ese momento, se le fueron manifestando los designios del Dios Creador; en su profunda soledad soñaba con hombres que bajarían del cielo en complicadas naves y nos enseñarían a sobrevivir la invasión de los falsos dioses que vendrían del mar a imponer sus leyes y sus creencias; sólo sería posible diferenciarlos de los verdaderos dioses, porque los hombres del mar tendrían las mismas necesidades fisiológicas que nosotros, los mayas habitantes de aquella tierra. Luego de que el Rey manifestara sus visiones, nos preparamos para recibir a los hombres del cielo, pero su llegada nunca sucedió. Sin embargo, sabíamos que nos esperaban la destrucción y el sufrimiento y rápidamente abandonamos Otolum. Cuando el Rey Pacal arribó a la edad de 80 años se produjo su deceso. Físicamente no aparentaba sus años de vida, al contrario, parecía poseer la mitad del tiempo vivido. Sus hijos y los habitantes que quedamos le rendimos el honor que el Rey mereció. En su lápida dibujamos lo que el Rey Pacal soñó: su descenso al Xibalbá convertido en el héroe Ixbalanqué para vencer a los espíritus de la muerte que le arrebataron a su esposa. No sabemos si el Rey Pacal logró su cometido y descendió al Xibalbá o si ascendió al cielo montado en una nave como la de los hombres de sus visiones; lo cierto es que los reyes del Palenque quedarán en la inmortalidad, porque ese es su destino y ningún hombre puede escapar a lo que está escrito. Nosotros huimos de Otolum pero no escapamos al sufrimiento, al destrozo de nuestros dioses, ni recuperamos la libertad.
Imagen: Cabeza Maya. Disponible: noticiaspalenque.com